La actividad que las empresas lleven a cabo en las redes sociales influirá en su posicionamiento web. Una actividad continua y periódica puntúa muy positivamente para un mejor posicionamiento. De esta forma, la empresa podrá interactuar con sus clientes o consumidores potenciales y conocer así los deseos y necesidades de su público objetivo, lo que podrá resultarle rentable a largo plazo.
Además, la cercanía que generan las redes sociales entre la compañía y el cliente hace que este último se sienta escuchado, rechazando a aquellas empresas que le imponen sus gustos y preferencias en una comunicación unidireccional. Esta interacción puede resultar el mejor estudio de mercado que se pueda llevar a cabo.
Otro aspecto a tener en cuenta es la calidad del contenido que se comparte en las redes sociales. La página web de la empresa puede tener distintos blogs en los que vaya colgando periódicamente post con contenido de relevancia. Estos post pueden luego anunciarse en plataformas como Facebook y Twitter. Cuando estos artículos dan información relevante para el usuario, este lo premiará con un mayor número de visitas, lo que finalmente se traducirá en un mejor posicionamiento en los buscadores.
Por tanto, un uso continuado de las redes sociales trae dos beneficios fundamentales: un mejor posicionamiento y una cercanía al usuario que antes no se tenía (lo que puede ayudar a realizar pequeños estudios de mercado de manera constante). Un empujoncito al posicionamiento SEM y SEO clásicos que nunca hay que olvidar.