Además, el resto de profesionales tienen que apostar, en un momento u otro, por el diseño y el desarrollo web, pues las páginas de empresa pasan en muchas ocasiones (no digo en todas porque, por desgracia, hay mucho intrusismo laboral aún en este sector) por las manos de un diseñador profesional.
Las funciones que tiene que asumir un profesional para llevar a cabo la creación de un nuevo site tienen que ajustarse a las necesidades del cliente, el sector en el que se enmarque su actividad y, cómo no, los conceptos básicos de usabilidad, navegabilidad, diseño y jerarquía de contenidos. Hay circunstancias en las que lo que necesita la empresa no se corresponde exactamente con lo que cree necesitar, por lo que la psicología del profesional del diseño y el desarrollo web también juega un papel fundamental en hacer entender al cliente cómo funciona el entorno web y por qué le recomienda lo que le recomienda.
Son tantas las aristas que tiene el proceso de producción de una nueva web, que el profesional del sector debe revisarlas una y mil veces antes de sacarla adelante y publicarla. Lo que muchos pedimos a cambio de crear webs con todas las características para ser usables y cumplir con las expectativas es que, por lo menos, se entienda un poco nuestra labor, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo. Porque el diseño y desarrollo web será de todo menos un "trabajillo".